10 Ago
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Bolo en Sollana (V)

Al llegar al escenario, los montadores me han mirado con una cara un tanto extraña. Les he preguntado qué pasaba, y me han dicho que la rampa ayer la cascó.

O sea, que han estado sin dormir porque han tenido que ir al taller a que les quitasen la rampa, ya que ni tan siquiera podían abrir las puertas. Otro marrón más que contar a sus nietos montadorcitos.

Placa Placa identificativa recinto (tomada con el móvil).

El escenario de Sollana es de piedra, situado en el parque locutorio municipal, y se caracteriza por estar rodeado de una estructura de hierro amarilla, a unos 4 m de altura.

A ambos lados del escenario, en unas trampillas en el suelo, se baja a los camerinos; en el de la izquierda está el cuadro de toma de corriente, que por cierto, también está en mal estado. La corriente, buena, así como la toma de tierra. A la izquierda de dicho cuadro, encontramos los interruptores que encienden los proyectores del escenario; para el resto de alumbrado, hay que ir al WC de los tíos (detrás de las barras), y en la puerta azul (a la izquierda) hay un cuadro. Los magnetotérmicos a apagar son el 2º y el 3º empezando por abajo a la izq.

Por fin he encontrado la maldita avería que me venía incordiando desde hace 3 bolos. Resulta que yo notaba que fallaban algunos canales de las barras dimerizadas. Después de buscar 2 días he dado con el culpable… una vez más, tornillos flojos (Debido probablemente a las vibraciones del camión, montaje, etc, y por otra parte a las corrientes, que produce 2 efectos; 1: La corriente produce calor, y los metales, cambian de tamaño con la temperatura, y esto hace que llegue a aflojarse el tornillo, y 2: cuando circula corriente por los conductores, estos se vuelve como una especie de electroimanes, y produce lo que es conocido como esfuerzos electromagnéticos, y entre ellos se atraen y repelen constantemente).

Ha estado toda la noche chispeando; ha parado en el descanso.

Al final del bolo ha venido uno echándome el puro para que siguiésemos tocando. Le he dicho que lo mismo da que me hable a mí que a una piedra, que yo soy un currante, y le he dicho que hablara con el encargado (con la intención de pasarle el marrón a Edu), pero el menda en cuestión seguía increpándome a mí, así que le he preguntado si está bien de los oídos, y al responderme que sí, seguidamente le he preguntado si había bebido demasiado, y me ha dicho que sí, y aquí ha terminado la conversación. He dado media vuelta, y a mis cosas.

He vuelto a perder la cámara…

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