Me gustaría invitaros a que os paréis a pensar sobre la tradición de los cohetes; analizar aunque sea superficialmente, el tema de los cohetes que tan asumido tenemos.

¿Es divertido tirar cohetes?

¿Es divertido destrozarle los tímpanos a la conciudadanía?

Pienso que nadie se va a un decampado desierto y se pone a trirar petardos… la diversión parece que está en dar por saco al prójimo, o intentar dárselas de valiente por el riesgo que ello supone… continuará